Monday, November 13, 2006

Tertulia del Foro de Fomento de Empresa en Aragón

Como es habitual, el pasado 31 de Octubre el Foro de Fomento y Empresa en Aragón organizó como cada mes una animada tertulia en el CMU Miraflores, en la que varios empresarios disertamos sobre los límites de la publicidad.
En esta ocasión, el invitado a nuestra tertulia fue D. Jesús Plaza, Doctor en Filosofía y experto en temas de publicidad y medios de comunicación, que nos trazó unas líneas básicas sobre la publicidad y sus límites de manera muy precisa e ilustrativa. La primera conclusión que extraje del debate fue la importancia del nombre asociado a la marca. El ejemplo que puso Jesús Plaza es muy gráfico: Central Lechera Asturiana es el nombre de una marca que nos suena bien y nos evoca positivamente el producto al que se asocia. Imaginamos los verdes prados asturianos, las vaquitas pastando satisfechas en ellos, y naturalmente lo asociamos con el vaso de leche que le damos a nuestros hijos. Vender leche bajo la marca de Central Lechera Melillense resultaría mucho más costoso. Sin embargo, el asociar una marca a un determinado producto también resulta a veces negativo. De nuevo, el ejemplo: todos asociamos Olivetti a máquina de escribir. Cuando las máquinas de escribir caen en la obsolescencia por la entrada del ordenador, Olivetti intenta subirse al carro de la informática. Pero fracasa. Lamentablemente para Olivetti, nadie asocia ese nombre con ordenadores.
La segunda idea que nos expuso es la prácticamente nula regulación del sector de la publicidad. En otros países europeos, por ejemplo, sería impensable toda esa publicidad machacona pero sutil que se dan en las series de máxima audiencia en España, donde por ejemplo siempre alrededor de la mesa durante el desayuno aparece tal o cual marca bien visible. Es decir, en el sector de la publicidad existen límites muy poco claros. También, en cuanto a sus contenidos. Hay una ventaja: la publicidad es un mundo muy sensible. Reúne un número suficiente de cartas de protesta y habrás conseguido que se retire tal o cual anuncio ofensivo. La razón es muy clara, como nos expuso Jesús Plaza: cuando a uno le gusta una marca, la publicidad que realiza, su calidad etc habla bien del producto a cinco personas. Si por la razón que sea el producto le desagrada, se lo comunica a once personas. El boca a boca es la forma más natural de publicidad. También la más difícil. Es el caso de Zara por ejemplo. Zara sólo realiza dos anuncios televisivos al año. Sin embargo, es una firma imparable de la que nunca he oído a nadie hablar negativamente.
Lo importante como empresario es que asociemos la publicidad a la imagen que queremos que nuestra empresa tenga. No me cabe duda que así seremos capaces de hacer una publicidad ética y dentro del buen gusto.

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