Magdalineas Aereas Alvarez: fomento del caos

De Salvador de Madariaga decía Ortega y Gasset que era un tonto en cinco idiomas. De haber conocido a Magdalíneas Alvarez, le habrían faltado idiomas,lenguas,jergas,algarabías,argots,galimatías, germanías y jerigonzas para definirla adecuadamente.
Es tonta en más que todo eso. Hace apenas dos semanas, la ministra de la cuota Magdalíneas Alvarez llegó a un preacuerdo con la compañía de chárters alemana TLU para ceder los derechos de vuelo de Air Madrid a cambio de que la compañía germana asumiera al menos a la mitad de la empresa española. Se acercan elecciones y la ministra necesitaba mover ficha, que no era cuestión de que los telediarios nacionales abriesen con manifestaciones de los despedidos en Air Madrid. Así que se apresuró a agarrar el primer salvavidas que le saliese al paso. Encontró a LTU, pero se olvidó de un insignificante detalle: Ceder derechos de vuelo en España a una compañía extrangera no es legal. Y hasta Magdalíneas Alvarez se dio cuenta de que LTU no es española. Es alemana, de Dusseldorf concretamente. Valgame San Aerobico y Válgame San Válgame, me acaban de pillar en braulias, debió pensar. Y encima, sin poder echar la culpa al Partido Popular esta vez. Ni Gabilondo va a poder arreglar esto. Al día siguiente las patronales del sector AECA y ACETA pusieron el grito en el cielo: lo que pretende hacer la ministra es ilegal, y además lo ha hecho a traición, sin consulta previa. También los sindicatos protestaron enérgicamente. Cándido Méndez dijo: "Ha primado más la propaganda que la búsqueda de soluciones efectivas". Cándido, haciendo honor a su hombre. ¿Qué esperaba de un político?
Viendo que el sector estaba en pie de guerra y la opinión pública otra vez caldeándose, la ministra tuvo que exigir a la compañía LTU que crease una filial española para no salirse de la legalidad. Después de Endesa, lo último que quería el gobierno era otro embrollo judicial. Para hacer las cosas más sencillas, LTU buscó un socio español, y apareció la constructora San José. Jacinto Rey se apunta a un bombardeo, y aceptó el envite. Pero claro, una negociación así lleva tiempo, y tiempo es lo que le falta a Magdalíneas Alvarez, que siente el aliento de las elecciones en la nuca y le tiembla todo el cuerpo. Así que en dos días, busca una alternativa a LTU, y la encuentra en Marsans (Air Plus, que tiene nombre de vaporizador). De hecho Marsans ya se había quedado con dos aviones de Air Madrid y con varios de esos pilotos unos días antes. El pacto se cerró rápido. Tan rápido que ha pillado al gerente de la alemana LTU aún en Madrid. Otra bofetada a Alemania en su epidermis. Suma y sigue. Usted lo único que hace volar son votos hacia el Partido Popular. Que la nombren bienhechora.