Sunday, April 22, 2007

Desde mi trinchera liberal: Delphi


Tendremos que acostumbrarnos a cierres de grandes empresas. La deslocalización, palabra tan temida como inevitable, es una enfermedad de las sociedades ricas. Como el colesterol, la obesidad o el stress. Podremos intentar paliar sus efectos.


Intentar prevenirlos. Pero no hay que llamarse a engaño. Lo que antes nos era una fuerza de atraccion de empresas, nuestra mano de obra barata, hoy pierde encanto. Otros países resultan más baratos.

El cierre de Delphi es una tragedia para la Bahia de Cadiz, sin duda. Pero hay que encontrar un exquisito equilibrio entre salvaguardar los derechos de los trabajadores afectados, y de los empresarios que deciden desinvertir por criterios de rentabilidad. Ambos tienen que defender su parcela, y el Estado, si en algo tiene que incidir, es en respetar el juego del libre mercado. Todo lo demás es intervencionismo caducado, perdida de seguridad para futuros inversiones y chasquido socialista.

Zapatero ha dedicido romper este natural equilibrio. No tiene bastante con el descredido internacional que ha producido su intrusismo descarado en el penoso episodio con Endesa. Ahora, quiere azuzar a los abogados del estado para que miren con lupa la actuacion de Delphi. Que se ande con cuidado. Nuestro cupo de imagen de pais con ninguna seguridad juridica para invertir ya esta cumplido. Que no envie a los empresarios comisarios politicos.

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